Educación financiera: cómo Caja de Ahorros empodera a los panameños

La visión de una banca que educa para incluir

En Panamá, miles de ciudadanos aún enfrentan barreras para comprender y manejar adecuadamente las herramientas financieras disponibles. Esta brecha no solo limita el acceso al crédito o al ahorro, sino que también perpetúa ciclos de vulnerabilidad económica. Consciente de esta realidad, Andrés Farrugia, gerente general de la Caja de Ahorros, ha convertido la educación financiera en uno de los pilares estratégicos de la institución, bajo la convicción de que una banca pública no debe limitarse a ofrecer productos, sino también a formar ciudadanos capaces de utilizarlos de manera consciente y sostenible.

“No basta con abrir una cuenta. Queremos que cada panameño entienda cómo usarla para su bienestar.” — Andrés Farrugia

Programas que transforman la vida de las familias

La Caja de Ahorros ha desarrollado una red de programas comunitarios y escolares que buscan acercar el conocimiento financiero a todos los sectores de la población. A través de talleres presenciales, plataformas digitales y campañas itinerantes, se han alcanzado miles de estudiantes, emprendedores y familias en todo el país.

Los contenidos abarcan desde nociones básicas como el ahorro responsable y la planificación de gastos, hasta temas más avanzados como el uso de herramientas digitales, la importancia del historial crediticio y la gestión de deudas. Estos programas se han adaptado a cada público: para jóvenes, promueven hábitos de ahorro temprano; para mujeres emprendedoras, herramientas de gestión empresarial; y para comunidades rurales, capacitación en medios de pago electrónicos.

Un país educado financieramente es un país más libre

Educación financiera como motor de inclusión social

La estrategia de Caja de Ahorros reconoce que la inclusión no es solo abrir una sucursal o crear un producto accesible, sino también brindar herramientas para que las personas tomen decisiones informadas. Por ello, la educación financiera se concibe como un puente entre la banca y la vida cotidiana: enseñar a una madre a planificar gastos escolares, a un trabajador informal a organizar sus ingresos, o a un joven a evitar el sobreendeudamiento.

“La educación financiera convierte a los clientes en protagonistas de su propio desarrollo.” — Andrés Farrugia

Este enfoque ha permitido que miles de familias logren mayor estabilidad económica y que sectores históricamente marginados encuentren en el banco un aliado cercano. De esta manera, la institución cumple con su misión social, fortaleciendo la equidad y promoviendo movilidad social en todo el país.

Resultados y reconocimientos que validan el esfuerzo

En los últimos años, los programas de educación financiera de Caja de Ahorros han alcanzado a más de 50.000 personas en escuelas, comunidades y empresas. Los indicadores internos reflejan un aumento en la apertura de cuentas de ahorro en jóvenes, una mayor formalización de pequeños negocios y un crecimiento en el uso de canales digitales entre adultos mayores.

Este impacto ha sido reconocido en distintos foros internacionales, donde se ha destacado la capacidad del banco para integrar educación, inclusión y tecnología en un mismo modelo de gestión. Los logros no se miden solo en cifras, sino en historias reales: familias que hoy gestionan mejor sus recursos, emprendedores que accedieron a crédito gracias a una mejor preparación y jóvenes que planifican con mayor seguridad su futuro financiero.

Miles de panameños ya cambiaron su vida

Conclusión

La apuesta de Andrés Farrugia por la educación financiera demuestra que la verdadera inclusión no se logra únicamente con productos accesibles, sino también con conocimiento y formación continua. La Caja de Ahorros ha convertido la capacitación en un eje transversal de su modelo, empoderando a ciudadanos de todas las edades y territorios para que tomen decisiones responsables y mejoren su calidad de vida.

Hoy, la entidad se consolida no solo como un banco que presta servicios, sino como un agente de cambio social que acompaña a los panameños en su crecimiento personal y económico. Porque en la visión de Farrugia, educar es incluir, e incluir es transformar un país.

“El futuro financiero de Panamá depende de ciudadanos empoderados y conscientes.” 

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